Hoy sé, que todo lo que sé vale tanto como yo

miércoles, 27 de julio de 2011

Tienes libertad para elegir.


Ir o no ir, blanco o negro. No existe el gris. En todos los momentos de tu vida, desde pequeño tienes que elegir. Comprarte aquel traje o aquella muñeca, aquel juego o tal vez ese. Ir a la fiesta de él o del otro. Estudiar aquello o aquello otro. Pedirte ser el que pilla, o el que es pillado. Escoger dedicar tu vida a aquel camino. Estar con x o con y. Salir o quedarte en casa. Leer el libro o ver la película primero. Comer o hacer dieta. Comprarte el pantalón y la camiseta o las playeras. Marrón o negro o rosa o gris o azul o amarillo. Ver el sol o entrar en el cine. Dedicar un día a ese o a esa. Y tus elecciones llegan más lejos, mucho más, piso, alquiler, coche, privarte de aquello o mejor de lo otro, dejar de ver a unos amigos para dedicarte a empezar una nueva amistad con otros. Y no sabes que hacer en muchas ocasiones, porque no puedes estar en dos sitios a la vez. Y las cosas no pasan dos veces. Ver la luna muy cerca o estar en una discoteca y olvidarte de mirarla. Pequeños detalles, pequeñas elecciones. Pero no te olvides, no puedes elegir de quien enamorarte y yo me he enamorado de ti y me da igual no ver la luna si no es contigo, y me da igual tener que decidir porque te elegiré a ti siempre. Porque es mi oportunidad de ser feliz.

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